Los mayores retos de marketing para los propietarios de pequeñas empresas
Dirigir una pequeña empresa no es fácil. Los clientes pueden ser inconstantes y arruinar sus planes de negocio a largo plazo. Las nuevas leyes y normativas le dejarán luchando para conseguir los documentos necesarios o enfrentarse a multas. Los empleados pueden decidir repentinamente retirarse, dejándole sin personal en momentos cruciales.
No hay un fondo de reserva corporativo que te saque de apuros cuando los tiempos se ponen difíciles. Los equipos se estropean o se quedan obsoletos, lo que paraliza el trabajo.
Y luego está el marketing.
No tener suficiente dejará a su empresa muerta en el mercado. Si tiene demasiado, corre el riesgo de disgustar a sus clientes. Tener el tipo equivocado equivale a tirar el dinero al contenedor. Y esto es sólo la punta del iceberg.
Existen numerosos retos prácticos de marketing a los que su empresa debe enfrentarse a diario para poder funcionar correctamente. En el resto de este artículo, echaremos un vistazo a cinco de estos últimos para destacar los problemas a los que se enfrentan todas las pequeñas empresas de vez en cuando.
1. Recursos insuficientes
El problema más común relacionado con el marketing para las pequeñas empresas es la falta de recursos. Por lo general, esto se reduce a las limitaciones presupuestarias.
Para crear contenidos de marketing, una empresa tiene que pagar a alguien internamente para que lo haga, o subcontratar a una empresa de marketing. Ambos enfoques pueden ser costosos, sobre todo si se tiene en cuenta que es posible que ni siquiera se recupere la inversión. En ocasiones, aunque el presupuesto permita la creación de contenidos de marketing, es posible que no se disponga del talento adecuado, lo que le deja sin una forma de promocionar su empresa de forma efectiva.
2. Limitaciones de tiempo
Aunque el tiempo no es un recurso en el sentido estricto de la palabra, sigue estando disponible en cantidades limitadas, lo que puede ser un problema. Todo lo relacionado con el marketing lleva tiempo, desde el desarrollo de una estrategia de marketing, pasando por la creación de contenidos, hasta la comprobación de su eficacia. Lo peor es que cada una de estas actividades puede tener una duración muy variable, incluso anualmente. Esto echa por la borda la planificación, dejando el destino de la empresa al azar. Incluso si todo va bien con el marketing, la empresa puede sufrir otros contratiempos mientras tanto, haciendo que sus esfuerzos sean inútiles.
3. Elegir la estrategia adecuada
El tiempo y los recursos sólo entran en juego después de haber diseñado una estrategia de marketing. Pero el proceso no es en absoluto sencillo. Como se desprende de una simple búsqueda de «marketing» en Google, hay tantos enfoques que se pueden adoptar en el ámbito del marketing que resulta casi imposible encontrar la estrategia adecuada sin la ayuda de un experto.
Por sí solo, el marketing digital tiene probablemente más variantes que el resto del marketing combinado.
4. Encontrar el público adecuado
No sólo es problemático encontrar la estrategia de marketing adecuada, sino que encontrar el público adecuado puede ser igual de difícil, si no más. Si juzga mal quiénes son sus clientes, su campaña de marketing de primera línea, certificada por expertos, puede acabar siendo un completo fracaso. Además, es tentador pensar que su consumidor ideal comprará su producto o servicio inmediatamente después de ser expuesto al marketing, pero en realidad, tiene que hacer un esfuerzo concentrado para convertir incluso un pequeño subconjunto de su base de consumidores potenciales. En otras palabras, puede hacerlo todo bien en términos de marketing, pero los clientes podrían seguir buscando a su competencia, dejándole sin nada que mostrar por sus esfuerzos.
5. A prueba de futuro
En un mundo perfecto, una vez que haya descubierto una estrategia de marketing que parezca funcionar para su empresa, su trabajo estaría hecho. Por desgracia, el mundo del marketing está en constante agitación. Las técnicas quedan obsoletas y otras nuevas ocupan su lugar, a menudo con tecnología punta.
Puede ser muy difícil para las pequeñas empresas mantenerse en esta carrera.
Para empezar, hay que invertir continuamente para mantenerse en el juego, y el éxito nunca está garantizado. Y, a diferencia de lo que ocurre con los equipos antiguos, no se puede hacer nada con las estrategias de marketing una vez que se quedan obsoletas.
Hay muy pocas estrategias de marketing que consigan mantenerse vigentes durante largos periodos de tiempo. Por ejemplo, mientras que las tarjetas de visita y la impresión de pegatinas siguen siendo eficaces, los anuncios por SMS ya se están eliminando en favor de otros métodos de marketing digital.
Conclusión:
Encontrar un enfoque de marketing que funcione es un gran reto para las pequeñas empresas. Con tantos escollos a los que hay que prestar atención, a veces resulta sorprendente que algunas empresas consigan tener éxito a pesar de las probabilidades desfavorables.
Sin embargo, con suficiente dedicación, creatividad y planificación, incluso las pequeñas empresas pueden crear una campaña de marketing que haga que los clientes hagan cola ante su proverbial puerta.