Términos fiscales que todo empresario debe conocer
Los empresarios son un grupo con talento.
Tanto si están dotados de creatividad, liderazgo o habilidades de venta -o quizá de las tres cosas-, suele haber mucho que admirar en quienes deciden romper el molde y crear su propia empresa.
Sin embargo, los conocimientos financieros no se consideran necesariamente un requisito previo al lanzamiento de una empresa, y podría decirse que, con la amplia disponibilidad de contables especializados en pequeñas empresas, no tienen por qué serlo.
A pesar de ello, tanto si trabajas con una empresa de contabilidad como si no, es importante que tengas unos conocimientos básicos sobre las finanzas de tu empresa, especialmente en lo que respecta a los impuestos. Para ello, puede resultarle útil la guía del Gobierno sobre la autoliquidación.
Todos los años recibimos numerosas peticiones de ayuda cuando se acerca el final del año fiscal, y la temida declaración de la renta sigue estando firmemente anclada en la lista de tareas pendientes de muchos nuevos -y experimentados- empresarios.
La falta de conocimiento de la terminología básica en torno a los impuestos llena a muchos de preocupaciones innecesarias y hace que la gestión fiscal sea mucho más aterradora.
Con esta sencilla guía sobre la jerga financiera de las empresas, esperamos aliviar la ansiedad en torno a los impuestos.
Siga leyendo cuatro términos financieros y fiscales que todo empresario debe conocer.
1. Activos
Son los recursos económicos que tiene una empresa. ¿Qué significa esto? Pues que los recursos económicos de una empresa pueden incluir los productos que tiene a la venta, el mobiliario y el equipamiento de la oficina -incluidos los vehículos de la empresa-, los suministros adquiridos para su uso y las marcas o derechos de autor que posea.
Todas estas cosas cuentan para el valor de una empresa, ya que podrían venderse si la empresa tuviera dificultades financieras.
2. Pasivos
El pasivo incluye todas las deudas acumuladas por una empresa en cualquier etapa, ya sea que esté comenzando, creciendo o manteniendo sus operaciones. Los tipos más comunes de pasivos que vemos a menudo incluyen préstamos bancarios, deudas de tarjetas de crédito y dinero que se debe a los proveedores y fabricantes de productos.
El pasivo suele dividirse en dos grandes tipos: el corriente, que se refiere a las deudas inmediatas (como, por ejemplo, el dinero que se debe a los proveedores), y la deuda a largo plazo, que se refiere a los pasivos (por ejemplo, los préstamos y las cuentas por pagar).
3. Capital (también llamado patrimonio neto)
Hay una regla de contabilidad que podemos utilizar para definir claramente el capital: Activo = Pasivo + Capital.
Ponte el sombrero de álgebra y verás que podemos restar el pasivo del activo para calcular el capital. Es bueno saberlo, ¿verdad?
4. Gastos
Los gastos son los costes en los que incurre una empresa para funcionar y generar ingresos.
A diferencia del activo y el pasivo, los gastos están relacionados con los ingresos, y ambos figuran en la cuenta de resultados de una empresa (más adelante se hablará de los estados financieros).
Los gastos son los costes de funcionamiento de una empresa, mientras que el pasivo son las obligaciones y deudas de una empresa.
Los gastos pueden incluir el alquiler de la oficina, las nóminas administrativas y de marketing y desarrollo, las facturas de teléfono e Internet; en esencia, aquellas cosas que una empresa paga pero no revende.
Nota: Los impuestos y los intereses también son gastos
5. Beneficios
Aquí podemos volver a utilizar una fórmula. El beneficio se calcula como los ingresos (ingresos totales de la empresa) menos los gastos.
Los beneficios son el objetivo final de cualquier empresa y se reflejan en la cuenta de resultados, comúnmente conocida como cuenta de pérdidas y ganancias.
La cuenta de pérdidas y ganancias refleja los resultados financieros durante un periodo determinado. Incluye todos los ingresos y gastos y cualquier beneficio o pérdida neta durante el mismo periodo.
Si no mira o habla con regularidad de su cuenta de resultados, acuda a una empresa de contabilidad que pueda ayudarle. No podemos dejar de insistir en ello.
6. Informes y estados financieros
Un informe financiero es una relación exhaustiva de las transacciones y los gastos de una empresa, creada para que ésta pueda supervisar sus asuntos financieros. Puede necesitar un informe financiero para su empresa si busca financiación de inversores.
Un estado financiero es similar en términos de lo que cubre, pero es generalmente un documento más formal – no suele ser uno que se utilice internamente.
Es posible que su contable le hable de balances. El balance de una empresa ofrece una visión general de la situación financiera de la empresa en un momento dado. Incluye el dinero en efectivo que tiene a mano, los efectos a pagar que tiene pendientes y el capital de los propietarios de la empresa. Merece la pena que usted o su contable lo mantengan lo más actualizado posible.
7. Deducciones
Las deducciones son elementos o gastos que se restan de sus ingresos para reducir la cantidad de ingresos que están sujetos a impuestos. Merece la pena hablar de las deducciones con su contable, ya que pueden reducir su factura fiscal.
Para llevar
El conocimiento de los términos anteriores le será de gran ayuda a la hora de crear o dirigir una empresa, y es crucial si pretende hacer su propia declaración de la renta o gestionar las finanzas de su empresa en su totalidad.
Nota: Lo anterior debe servir únicamente como introducción a la jerga que rodea a las finanzas y los impuestos de las empresas y no puede sustituir el asesoramiento experto de su propio contable personal.