Evaluar los pros y los contras de ser un empresario frente a un empleado
A la hora de decidir tu trayectoria profesional y si quieres montar tu propio negocio o trabajar por cuenta ajena, hay muchos aspectos que pueden hacer que te inclines por uno u otro. Un empleado tiene unos ingresos garantizados, lo que implica mucho menos riesgo de obtener ingresos en comparación con un empresario. Por otro lado, un empresario tiene el tiempo, la disponibilidad y las oportunidades que amplían sus posibilidades de ingresos.
Si bien existen muchas otras ventajas de iniciar un negocio, ya sea formando una LLC a través de una empresa de formación o convirtiéndose en un propietario único, la seguridad financiera depende de varios factores externos, muchos de los cuales están fuera del control del empresario, lo que significa que también hay desventajas. Así que examinemos algunos de los pros y contras de ser un empresario frente a un empleado.
Ventajas de la iniciativa empresarial
Ser propietario de un negocio tiene muchas ventajas. No sólo otorga a los propietarios un mayor control sobre sus ingresos, sino que también les otorga la autoridad para tomar decisiones que los empleados no pueden tomar.
1. Obtener la capacidad de ganar con los beneficios del negocio
Cuando avanzamos en nuestra carrera, esperamos que nuestros ingresos también aumenten. La actividad empresarial ofrece la oportunidad de beneficiarse directamente del éxito del negocio. Y sin limitaciones como los topes salariales o los pequeños aumentos de sueldo cada uno o dos años, los empresarios tienen un control directo sobre el aumento de sus ingresos. Y a medida que el negocio se expande, también lo hacen los ingresos de los empresarios, ya que proceden directamente de la rentabilidad del negocio.
2. Tener un horario de trabajo flexible
La independencia de la actividad empresarial permite al empresario crear su propio horario de trabajo. Sin un supervisor o gerente al que rendir cuentas, los empresarios pueden trabajar cuando les convenga. No están obligados a presentarse en una oficina a una hora determinada, ni se les castiga por llegar tarde o tomarse un día libre. Están facultados para estructurar el negocio en torno a su vida personal de la forma que mejor les convenga.
3. Tener total independencia y autoridad
Los empresarios tienen el poder y la autoridad para tomar todas las decisiones relativas a su negocio. El empresario se convierte en el empleador que contrata a los empleados para que trabajen a sus órdenes. El empresario establece protocolos, procesos, directrices y reglamentos relativos al funcionamiento de la empresa.
4. Múltiples oportunidades de promoción profesional
Ser empresario permite a las personas cumplir sus sueños y emplear su pasión en su carrera. Los empresarios tienen un gran control dentro del sector empresarial de la economía mundial. El crecimiento empresarial depende de la elección del negocio y de la correlación con la demanda del mercado de su producto o servicio. También ofrece la oportunidad de desarrollar las habilidades de una persona mientras diseña su propia visión.
Ventajas del empleo
Tener un empleo estable ofrece ventajas que hacen que el emprendimiento parezca súper arriesgado, por lo que luego resulta intimidante. Un empleo ofrece seguridad financiera por medio de unos ingresos estables y constantes. También limita el alcance de las obligaciones de un empleado para que no se vea obligado a hacer del crecimiento del negocio una prioridad y pueda disfrutar de una vida normal.
1. Disfrutar de un horario de trabajo fijo
Uno de los mayores beneficios de ser un empleado es tener un horario establecido que es predecible. Dado que no son necesarias horas adicionales fuera del horario establecido, los empleados tienen la posibilidad de estructurar su vida personal en torno a las horas de trabajo requeridas. No tienen que preocuparse por hacer más que sus tareas asignadas -a menos que haya alguna que otra hora extra, pero oye, te pagan extra por eso.
2. Beneficiarse de las responsabilidades limitadas dentro de su profesión
A los empleados se les asigna una función que incluye una lista de tareas y responsabilidades. Las responsabilidades se limitan a esas tareas y no incluyen ninguna otra a menos que se les delegue. Su crecimiento como profesional depende de su desempeño en relación con esas tareas concretas.
3. Ganar un ingreso garantizado
Con un horario semanal, quincenal o mensual, los empleados reciben una paga, sea cual sea. Si un empleado quiere aumentar el importe de su cheque, puede comprometerse a trabajar horas adicionales además de su horario actual. Pero comprometerse a trabajar esas horas en el futuro no es obligatorio, por lo que los empleados pueden elegir si trabajan o no horas extra.
Desventajas del espíritu empresarial
Ser empresario no está exento de inconvenientes. Al gestionar un negocio, el propietario no sólo tiene que supervisar toda la operación, sino que es el responsable último de su éxito, o de su fracaso. Esto significa trabajar muchas horas -mucho más allá de un horario normal o consistente- para asegurarse de estar al tanto de todos los aspectos del negocio.
1. Riesgos implicados
La actividad empresarial no ofrece garantías. Hay riesgos que se ciernen sobre su carrera, su estabilidad financiera, posibles fracasos e incluso la pérdida de inversiones. Y esos riesgos no pueden achacarse únicamente a una mala planificación. A veces hay una falta de demanda del producto o servicio. En otros casos, la competencia ha aprovechado una cuota de mercado considerable que dificulta la entrada en el mercado. En cualquiera de los casos, los riesgos a los que se enfrentan los empresarios son abundantes y consecuentes.
2. Los propietarios experimentan ingresos inestables e imprevisibles
Como empleador, los empresarios no tienen garantizado un sueldo. De hecho, tienen que pagar a sus empleados, los gastos, los gastos generales y los impuestos antes de pensar en pagarse a sí mismos, si es que les queda algo. Además, como las cosas no siempre salen como se planean, puede haber periodos de tiempo en los que no se generen ingresos y el empresario, e incluso algunos de los empleados, no cobren.
3. Se requerirán largas horas de trabajo
Hasta que la empresa sea capaz de funcionar por sí sola sin un liderazgo ejecutivo constante, los empresarios tendrán que involucrarse en todos los detalles intrincados del negocio y la responsabilidad de su éxito. Esto puede ser estresante y agotador para el propietario de la empresa, ya que requerirá largas horas, noches, madrugadas y fines de semana. Dependiendo de lo bien que el negocio capte la demanda del mercado, este nivel de compromiso puede extenderse más allá de la fase inicial de desarrollo y continuar durante su expansión.
Desventajas del empleo
Aunque puede ser más fácil trabajar por cuenta ajena y no tener que asumir tanta responsabilidad, ser un empleado también tiene sus inconvenientes. Los empleados no pueden participar en los beneficios de su trabajo. Dependen de su jefe para obtener empleo e ingresos. Como no están al mando, pueden ser despedidos en cualquier momento, sin previo aviso. Hasta entonces, su fuente de ingresos es inexistente, lo que significa que el sustento del empleado está bajo el control de su jefe, no de él mismo.
1. Falta de seguridad en el empleo
Cuando se evalúan los pros y los contras de ser un empresario frente a un empleado, la falta de seguridad laboral es una de las mayores desventajas para los empleados. Definitivamente no hay garantías cuando se trabaja como empleado para una empresa, grande o pequeña. La seguridad laboral del empleado no depende del éxito de la empresa ni de sus compañeros. De hecho, la seguridad laboral ni siquiera depende de su propio rendimiento. Por ninguna razón, un empleado puede ser despedido. Sin un contrato de trabajo, los empleados no sólo carecen de seguridad laboral, sino también de la garantía de una carrera duradera en el sector.
2. Alcance limitado para desarrollar
El margen que tiene un empleado para explorar y desarrollar sus conocimientos y habilidades es limitado en el lugar de trabajo. Aparte de las tareas asignadas, rara vez tienen oportunidades de aprender nuevas habilidades y desarrollar competencias profesionales adicionales. Incluso si se presentan oportunidades para adquirir nuevas habilidades, lo más probable es que tengan una conexión lineal con el puesto actual del empleado. Por tanto, si bien mejorarán sus habilidades, no adquirirán ningún conocimiento que les haga competentes para realizar tareas nuevas y no relacionadas.
3. Ingresos limitados
Los empleados se limitan a los ingresos negociados con su empresa. Los empleadores pueden ofrecer beneficios, bonificaciones y aumentos de sueldo como incentivos, pero los empleados se limitan a esos beneficios. No tienen acceso a otras fuentes de ingresos. Aumentar los ingresos requiere cambiar de puesto y trabajar para conseguir ascensos.
En definitiva, sopesar los pros y los contras de ser un empresario frente a un empleado puede ayudarte a decidir qué es lo más importante para ti a la hora de elegir tu camino. Si prefieres tener unos ingresos constantes y un horario regular mientras tienes un mínimo de responsabilidad en tu carrera, entonces ser un empleado será lo mejor para ti. Pero si prefieres tener el control de todos los aspectos del negocio para poder tomar todas las decisiones sobre los procedimientos y procesos en los que trabajas, entonces ser empresario es más ideal.
Independientemente de que elijas emprender o trabajar por cuenta ajena, no hay nada más agradable que trabajar en un campo que satisface tus pasiones. Por eso, si prefieres ser empleado pero tienes la oportunidad de emprender un negocio en el campo que te apasiona, puede merecer la pena los retos y sacrificios para presentar los papeles de registro de la empresa y perseguir tus sueños.