La Ley de Equilibrio
El comportamiento del inversor puede desempeñar un papel importante en el rendimiento de la inversión. Es importante crear un plan de inversión -y seguirlo- que le ayude a mantener la cabeza fría y a no tomar decisiones cargadas de emoción que podrían devastar su cartera.
Cartera y perfil de riesgo
Su cartera es un conjunto de activos financieros y la asignación de estos activos debe responder a sus objetivos financieros, así como a su perfil de riesgo, que es esencialmente una evaluación de su voluntad y capacidad de asumir riesgos con las inversiones.
Disposición: Se refiere a si un individuo tiene una alta o baja disposición a asumir riesgos.
Por ejemplo, si un inversor no quiere que el valor de una cuenta disminuya y está dispuesto a sacrificar las ganancias de capital para lograr este objetivo, tiene una baja disposición a asumir riesgos.
Por otro lado, si un inversor quiere intentar conseguir la mayor rentabilidad posible y no le importa la fluctuación del valor a largo plazo, tiene una gran disposición al riesgo.
Capacidad: La capacidad de un inversor para asumir riesgos se evalúa mediante un examen de sus activos frente a sus pasivos.
Muchos activos y pocos pasivos significan que el inversor tiene una alta capacidad. Por el contrario, un inversor con pocos activos y muchos pasivos tendrá una baja capacidad de asumir riesgos.
Si esto le parece una tarea desalentadora, lo mejor es que recurra a los servicios de un asesor financiero, que podrá utilizar su experiencia para ayudarle a encontrar la combinación de clases de activos (efectivo, bonos, acciones y otros activos) que se ajuste a sus objetivos. También puede valer la pena optar por asignar estas decisiones a un gestor de fondos; él lo supervisará todo.
El rendimiento de los activos influirá en las ponderaciones de su cartera, que a su vez deben basarse en su perfil de riesgo. Las carteras que no se reequilibran, pueden cambiar drásticamente de forma en un periodo de tiempo.
Encuentre su equilibrio
Las carteras que no se reequilibran pueden cambiar de forma con el tiempo. Si el entorno de inversión cambia, debe evaluar si su cartera satisface o no sus necesidades.
Cuando las clases de activos se vuelven más caras, es el momento de reequilibrar la cartera observando los precios de los fondos de inversión subyacentes y comprando activos menos caros.
La estrategia más sencilla es reequilibrar la cartera después de un periodo de tiempo determinado o imponer un rango de fluctuación a la cartera antes de reequilibrarla; las diferentes estrategias de equilibrio tienen resultados diferentes.
¿Existen alternativas?
Otra opción que tiene, además de evaluar y reequilibrar su cartera, es invertir en fondos de inversión como un fondo equilibrado. El motivo es que el gestor de la inversión tiene que seguir el mandato del fondo y, por tanto, decidirá qué activos pueden proporcionarle una rentabilidad óptima a largo plazo.
Su proceso de inversión requiere un plan. Es el aspecto más importante del proceso. El reequilibrio hace referencia a su plan y es una parte fundamental para mantener un enfoque de inversión coherente.
Si siente que empieza a cundir el pánico, mejor hable con un asesor financiero en lugar de tomar una decisión precipitada. El dicho «la paciencia es una virtud» es apropiado en este caso.