Recomendaciones para detectar y mitigar las amenazas internas en una empresa
Las amenazas internas son destructivas. Afortunadamente, hay técnicas que se pueden implementar para detectarlas y mitigarlas. Una de las técnicas esenciales es a través de una monitorización eficaz en tiempo real utilizando un software de amenazas internas.
Un sistema de monitorización podría adoptar la forma de un analizador de registros de eventos en el que se pueda supervisar la actividad interna de los usuarios e informar de cualquier actividad sospechosa que pueda dar lugar a ataques internos. La aplicación de monitorización también ayudaría a los profesionales de la seguridad informática a rastrear eventos específicos y críticos en tiempo real, lo que permitiría establecer parámetros de referencia y localizar posibles actividades maliciosas internas.
Cómo aprovechar al máximo su sistema de vigilancia
Para maximizar el beneficio de este mecanismo de supervisión, una organización empresarial necesita establecer políticas de seguridad significativas para determinar qué debe ser supervisado y en qué niveles de la arquitectura del sistema. ¿Cuáles son?
1. Hacer un análisis de los registros
Los datos recogidos de varios dispositivos de seguridad pueden necesitar ser analizados más a fondo para ayudar a detectar cualquier uso indebido por parte de los internos, dado que algunos sistemas de información sensibles encriptan sus datos críticos y, por lo tanto, es necesario llevar a cabo un análisis de registros antes de intentar identificar y detectar a los internos maliciosos.
2. Supervisar a los usuarios privilegiados
Otro enfoque defensivo sería ser cauteloso con los usuarios privilegiados, como los administradores de sistemas y los gerentes de TI; los empleados privilegiados no sólo están al tanto de las políticas y procedimientos de la empresa que se aplican de manera poco estricta, sino que también están al tanto de las fallas de seguridad del sistema y saben cómo explotar esas fallas para cometer acciones maliciosas.
Por lo tanto, las organizaciones empresariales deben prestar una atención adicional a esas personas ventajosas, esto podría ser mediante el establecimiento de controles técnicos para registrar, supervisar y auditar sus acciones en línea, además de aplicar medidas de seguridad proactivas y estrictas después de su terminación, tales como la terminación de la cuenta y asegurar que su acceso a cualquier recurso de información sea deshabilitado.
3. Llevar a cabo una evaluación de la vulnerabilidad
Llevar a cabo una evaluación de la vulnerabilidad frente a las amenazas internas es también una buena estrategia de seguridad para proteger a las organizaciones frente a las personas internas malintencionadas; las empresas deben aplicar medidas de evaluación de la vulnerabilidad para conocer su grado de vulnerabilidad frente a los riesgos internos y desarrollar técnicas de mitigación basadas en la evaluación. También es importante que las organizaciones incorporen los planes de evaluación de la vulnerabilidad en una estrategia amplia de evaluación de riesgos de la empresa e identifiquen los recursos de información más críticos tanto contra los iniciados como contra los externos.
4. Políticas y procedimientos de seguridad comunicación y socialización
Otra medida defensiva no técnica sería aplicar y comunicar claramente las políticas y procedimientos de seguridad a los empleados de todos los niveles de la organización. Las personas malintencionadas suelen estar al acecho para explotar cualquier laguna en las políticas y directrices de seguridad, por lo que las empresas deberían abordar este riesgo aplicando de forma coherente y estricta las políticas técnicas y organizativas. Esta técnica de seguridad proactiva probablemente evitará cualquier modificación o filtración de datos por parte de empleados descontentos o que no estén contentos con su remuneración y beneficios.
Conclusión:
Las organizaciones empresariales con controles de seguridad eficaces podrán mitigar mejor los comportamientos sospechosos de los empleados y, en última instancia, minimizar el riesgo y el impacto del robo de información y el sabotaje informático interno.